Adentrarnos en nosotros mismos pareciera ser una tarea tremendamente difícil dado nuestro sistema de vida en el cual todo es muy rápido y acelerado, el sistema nos lleva y nos trae a su antojo y entonces nos cuesta aquietarnos y escuchar nuestra voz interior, ese sublime momento en el cual podemos reconocernos y ver lo que realmente somos.
Esos incesantes pensamientos, EGOS, que invaden nuestra mente constantemente, con una charla interminable, que nos dicen que hacer a cada instante y nos hace recrearnos en nuestro pasado rememorando hechos ya pasados y siempre repetitivos o planificando y proyectándose hacia el futuro y mientras nuestra vida, nuestro presente pasa por nuestro lado sin darnos cuenta…perdiendo de vivir momentos maravillosos, únicos, negándonos el derecho a vivir la vida plenamente con un 100 por ciento de nuestra atención en cada momento de nuestra existencia. Y así nos estamos perdiendo lo mejor, el disfrutar la vida en el AQUÍ Y EL AHORA.
Y es tan simple, tan solo conectarnos con lo que en cada momento estamos realizando con conciencia, podemos estar seguros que si lo que hacemos en nuestro presente está bien hecho, nuestro futuro será también perfecto, reconociendo que viviendo en el ahora, no hay futuro posible, porque ¿que es el futuro? Tan solo es el total de todos nuestros presentes.
Queridos hermanos con la aceptación viene la transformación.
“…, solo debéis recibir lo que en el momento se os entrega, lo que en éste momento está perfecto, solo el momento, solo el minuto, el segundo, eso es vuestro …Id escribiendo vuestra vida minuto a minuto, segundo a segundo, porque eso es realmente la vida, la que se os ha permitido realizar en éste planeta hermoso. Solo disfrutad de las más mínimas y pequeñas cosas que existen minuto a minuto…”
El Aquí y el Ahora son conceptos que estamos reconociendo como seres que queremos alcanzar la plenitud de nuestra existencia, lograr el equilibrio, la paz, la liberación, conocer el verdadero amor, disfrutar y ser felices. Es decir vivir una vida plena.
Les trascribiré un extracto del libro El Poder del Ahora, de Eckhart Tolle, un libro maravilloso que nos enseña con mucha claridad lo que es vivir en el AHORA.
El poder del Ahora
Un camino hacia la realización Personal
Eckhart Tolle
“No mires hacia ninguna otra parte en busca de la verdad, porque sólo la encontrarás dentro de tu cuerpo.
No luches contra el cuerpo, porque al hacerlo estás luchando contra tu propia realidad. Eres el cuerpo. El cuerpo que puede ver y tocar sólo es un fino velo ilusorio.
Debajo de él está el cuerpo interno invisible, la puerta que nos da acceso al Ser, a la Vida No Manifestada. Estás inseparablemente conectada con la Vida Una No Manifestada -sin nacimiento, sin muerte, eternamente presente_ mediante el cuerpo interno. Gracias al cuerpo interno eres eternamente uno con Dios.
La CLAVE está en mantenerse permanentemente en un estado de conexión con tu cuerpo interno, sentirlo en todo momento. Esto profundizará y transformará tu vida rápidamente. Cuanta más conciencia dirijas hacia el cuerpo interno, más elevada será tu frecuencia vibratoria, de manera parecida a una luz que brilla más a medida que giras el interruptor progresivo y aumenta el flujo eléctrico.
En ese alto nivel energético la negatividad ya NO puede afectarte, y tenderás a atraer nuevas circunstancias que reflejen esa frecuencia elevada.
Si mantienes la atención en el cuerpo siempre que te sea posible, te estarás anclando en el ahora. No te perderás en el mundo externo ni en la mente. Los pensamientos y emociones, los miedos y deseos, pueden seguir presentes en alguna medida, pero ya no se adueñarán de ti.
Por favor, analiza dónde está tu atención en este momento. Estás escuchándome o estás leyendo estas palabras en un libro. Ese es el centro de tu atención.
También eres consciente periféricamente de tu entorno, de otras personas, etc. Además, puedes tener cierta actividad mental en torno a lo que estás oyendo o leyendo, algún comentario mental.
Pero no es necesario que nada de lo anterior absorba “toda” tu atención. Intenta mantenerte simultáneamente en contacto con tu cuerpo. Mantén parte de la atención dentro de ti; no dejes que toda ella fluya hacia fuera. Siente tu cuerpo desde dentro como un campo magnético unificado. Es casi como si estuvieras escuchando o leyendo con todo tu cuerpo. Practica esto en los próximos días y semanas.
No entregues toda tu atención a la mente y al mundo externo. Intenta concentrarte con todos los medios a tu alcance en lo que haces, pero al mismo tiempo siente tu cuerpo interno siempre que puedas. Mantente arraigado en tu interior. A continuación observa cómo cambia tu estado de conciencia y la cualidad de tus acciones.
Cuando tengas que esperar, donde quiera que estés, aprovecha ese tiempo para sentir el cuerpo interno. De este modo los atascos de tráfico y las colas se vuelven muy agradables. En lugar de proyectarte mentalmente lejos del ahora, entra más profundamente en el momento abandonando el cuerpo.
El arte de ser consciente del cuerpo interno se va desarrollando hasta dar paso a una nueva forma de vivir, a un estado de conexión permanente con el Ser, y añadirá una profundidad a tu vida que no has conocido antes.”
Y este es otro extracto del libro ya mencionado, lo dice tan bien que que suena como una verdad y reafirma todo lo que he entendido en mi caminar…disfrutenlo y espero les haga click…
El Poder del Ahora [extracto]
por: Eckhart Tolle
La Adicción y la Búsqueda de la Plenitud
¿Por qué nos volveríamos adictos a otra persona? La razón por la que la relación de amor romántico es una experiencia tan intensa y universalmente perseguida es que parece ofrecer la liberación de un estado profundamente arraigado de miedo, necesidad, carencia y falta de plenitud que es parte de la condición humana en su estado no redimido o no iluminado. Hay una dimensión física y otra psicológica en este estado.
En el nivel físico, usted obviamente no está completo, ni lo estará nunca: es un hombre o una mujer, es decir, la mitad del todo. En este nivel, la añoranza de la plenitud -el retorno a la unidad- se manifiesta como una atracción entre el macho y la hembra, la necesidad del hombre de una mujer, la necesidad de la mujer de un hombre. Es un impulso casi irresistible de unión con la polaridad de energía contraria. La raíz de este impulso es espiritual: la añoranza del fin de la dualidad, un retorno al estado de plenitud. La unión sexual es lo más cerca que usted puede estar de este estado en el plano físico. Por eso es la experiencia más profundamente satisfactoria que puede ofrecer el reino físico. Pero la unión sexual no es más que un atisbo fugaz de la plenitud, un instante de bienaventuranza. Mientras se busque inconscientemente como un medio de salvación, usted está buscando el fin de la dualidad en el nivel de la forma, donde no puede encontrarse. Usted recibe un atisbo tantálico del cielo, pero no se le permite habitar allí y se encuentra a sí mismo de nuevo en un cuerpo separado.
En el nivel psicológico, la sensación de carencia y de falta de plenitud es, acaso, aún mayor que en el nivel físico. Mientras esté identificado con la mente, usted tiene un sentido de sí mismo derivado del exterior. Es decir, usted obtiene el sentido de quién es de cosas que, en últimas, no tienen nada que ver con quién usted es realmente: su papel social, las posesiones, la apariencia externa, los éxitos y fracasos, los sistemas de creencias, etc.
Este ser falso, elaborado por la mente, el ego, se siente vulnerable, inseguro y siempre está buscando cosas nuevas con las cuales identificarse para que le den una sensación de que existe. Pero nunca nada es suficiente para darle una realización duradera. Su miedo y su sentido de carencia y necesidad permanecen.
Pero entonces llega esta relación especial. Parece ser la respuesta a todos los problemas del ego y llenar todas sus necesidades. Al menos así parece al principio. Todas las demás cosas de las que usted derivaba su sentido de sí mismo antes, ahora se vuelven relativamente insignificantes. Usted tiene ahora un solo punto focal que las reemplaza a todas, da sentido a su vida, y a través del cual usted define su identidad: la persona de la que está «enamorado». Ya no es un fragmento desconectado en un universo carente de afecto, o eso parece. Su mundo ahora tiene un centro: el amado. El hecho de que el centro esté fuera de usted y que, por lo tanto, usted todavía tenga un sentido de sí mismo derivado del exterior, no parece importar al principio. Lo que importa es que los sentimientos subyacentes de no plenitud, miedo, carencia y falta de realización, tan característicos del estado egotista, ya no están ahí. ¿O sí? ¿Se han disuelto o continúan existiendo bajo la feliz realidad superficial?
Si en sus relaciones usted experimenta «amor» y su contrario -ataque, violencia emocional, etcétera- es probable que esté confundiendo el apego del ego y la dependencia adictiva con el amor. Usted no puede amar a su pareja un momento y atacarla al siguiente.
El verdadero amor no tiene contrario. Si su «amor» tiene un contrario, entonces no es amor sino una fuerte necesidad del ego de un sentido más profundo y completo de sí mismo, una necesidad que la otra persona llena temporalmente. Es el sustituto del ego para la salvación y, por un corto tiempo, casi se siente como la salvación.
Pero llega un punto en el que su pareja actúa de forma que deja de llenar sus necesidades, o más bien las de su ego. Los sentimientos de temor, dolor y carencia, que son una parte intrínseca de la conciencia egotista pero que habían sido ocultados por la «relación amorosa», ahora salen a la superficie. Igual que con cualquier otra adicción, usted está en un punto alto cuando la droga está disponible, pero invariablemente llega un momento en que la droga ya no le hace efecto. Cuando vuelven a aparecer esos sentimientos dolorosos, usted los siente incluso con más fuerza que antes, más aún, ahora percibe a su pareja como la causa de esos sentimientos. Esto quiere decir que los proyecta hacia afuera y ataca al otro con toda la violencia salvaje que es parte de su dolor. Este ataque puede despertar el dolor de la pareja y ésta puede contraatacarlo. En ese punto el ego todavía espera inconscientemente que su ataque o sus intentos de manipulación sean suficiente castigo para inducir a su pareja a cambiar su conducta, de modo que pueda usarla de nuevo como protección de su dolor.
Toda adicción surge de una negativa inconsciente a enfrentar el dolor y salir de él. Toda adicción comienza con dolor y termina con dolor. No importa a qué sustancia sea usted adicto -alcohol, comida, drogas legales o ilegales, o una persona- usted está usando algo o a alguien para ocultar su dolor. Por eso, después de que la euforia inicial ha pasado, hay tanta infelicidad, tanto dolor en las relaciones íntimas. Ellas no producen dolor o infelicidad, simplemente sacan a la luz el dolor y la infelicidad que ya hay en usted. Toda adicción hace eso. Toda adicción llega a un punto en el que ya no funciona para usted y entonces usted siente el dolor más intensamente que nunca.
Esa es una de las razones por las que la mayoría de las personas están siempre intentando escapar del momento presente y buscando algún tipo de salvación en el futuro. Lo primero que podrían encontrar si enfocaran su atención en el Ahora es su propio dolor y eso es lo que temen. Si supieran lo fácil que es acceder en el Ahora al Poder de la Presencia que disuelve el pasado y el dolor, a la Realidad que disuelve la ilusión. Si sólo supieran cuán cerca están de su realidad, cuán cerca están de Dios.
Evadir las relaciones en un intento por evitar el dolor no es la solución tampoco. El dolor está ahí de todos modos. Es más probable que tres relaciones fallidas en tres años lo obliguen a despertar, y no tres años en una isla desierta o aislado en su habitación. Pero si pudiera traer intensa presencia a su soledad, eso también funcionaría para usted.
Cuando Tolle llega a la pregunta ¿qué es el poder del ahora? responde con argumentos simples de entender: “Nada más que el poder de su presencia, su conciencia liberada de las formas del pensamiento… Dé atención al presente; preste atención a su conducta, a sus reacciones, malos humores, pensamientos, emociones, miedos y deseos según ocurren en el presente… No puede encontrarse a sí mismo yendo hacia el pasado. Se encuentra a sí mismo viviendo al presente”.
El poder es eso. Es la mente, es el sentimiento, es vivir sin las angustias de lo que pasó, de lo que pudo ser y no fue y sin la desesperación de lo que vendrá
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